Java nació en 1995, de la mano de la ya desaparecida Sun Microsystems. Una de las principales razones de su longevidad y a la vez de que sea tan actual, es que permite escribir un programa una sola vez y ejecutarlo en cualquier dispositivo. JAVA interactúa con el hardware del dispositivo donde se ejecuta a través de JVM (Java Virtual Machine).
Cada vez más las aplicaciones de JAVA se están desarrollando para la nube. Esto es una tendencia general en todas las aplicaciones, independientemente del lenguaje en el que están desarrolladas. Las aplicaciones cada vez más se desarrollan para la nube, por lo que es una gran ventaja de JAVA y le hace que lidere el ranking en la demanda de desarrolladores.
Además de esta gran ventaja de JAVA, tenemos otras que destacar como:
El sector IT a nivel global ha supuesto uno de los mayores generadores de empleo en los últimos años, empleando en Europa, ya en 2016, a más de 8.2 millones de profesionales, correspondiendo al 3,7% del total del empleo según los datos de Eurostat. En España este sector empleaba hace dos años a 557.600 personas (un 3% del empleo total). Dando lugar así a una tasa de empleo del 76% según datos del INE.
La tecnología es cada vez más transversal, lo que provoca que los desarrolladores de software trabajen en una amplia gama de industrias tanto dentro como fuera del sector IT.
Dentro de este amplio sector IT, la mayor parte de los desarrolladores profesionales trabajan para empresas que realizan desarrollo web, TI y SaaS, mientras que los que trabajan en consultoría o en la industria médica tienen más experiencia en codificación.
A pesar de existir diferencias de salario según los roles profesionales, los desarrolladores cuentan con empleos estables y niveles salariales altos.
La encuesta Stack Overflow estima que alrededor de la mitad de los desarrolladores ha aceptado un nuevo trabajo en los últimos dos años, y más del 34% lo ha hecho en menos de un año.
El mercado de las tecnologías no cesa en su evolución, creando nuevas profesiones y modificando las tradicionales para adaptarlas a las necesidades actuales.
Se requieren habilidades y conocimientos tecnológicos, en concreto sobre programación. Tanto es así que, según la Unión Europea, más del 90% de las ocupaciones profesionales ya requieren alguna competencia en TIC y se espera que el número de puestos de trabajo que requieren habilidades tecnológicas aumente en 16 millones para el año 2020.
Los desarrolladores para seguir en activo están continuamente renovándose, pues deben adaptarse a las nuevas tecnologías, lenguajes de programación…
El desarrollo de la economía digital y la sociedad de la información hacen que el conocimiento técnico se combine con las habilidades sociales y de negociación, de forma que puedan atender a una gran variedad de funciones dentro de sus puestos de trabajo y que se puedan adaptar a los cambios que son previsibles y que no lo son.