Se ha dicho de todo sobre la duración de la batería del portátil y cuáles son los mejores consejos para alargar su vida útil. Uno de los principales dilemas es si merece la pena desconectar el cargador cuando el equipo está al máximo de su capacidad energética. Sí y no: conviene desconectarlo, pero para conservar la batería hay que hacerlo antes de que ésta llegue al 100%. Si se llega a este límite las celdas de ión-litio se estropean debido al alto voltaje que se ven obligadas a soportar.
Una gran parte de los usuarios mantienen su portátil conectado a la red de electricidad con la batería puesta. No la quitan ya sea por miedo a perder el trabajo realizado si hay un corte de corriente, por pereza o por desconocimiento. Pero mimar un poco este componente puede conservarlo en la flor de la vida durante mucho más tiempo.
Lo ideal es no dejar que la batería se cargue al 100%, pues cuando esto ocurre el voltaje es más alto y esto produce un estrés a las celdas que deteriora su capacidad. Cada una de ellas se carga hasta un voltaje determinado y a medida que aumenta el porcentaje de energía almacenada crece este nivel de voltaje, aumentando el estrés de las celdas. Este desequilibrio produce una reducción de los ciclos de carga.
Los especialistas estiman que una batería que se carga habitualmente al 100% tendrá aproximadamente entre 300 y 500 ciclos de carga, mientras que una cargada al 70% de su capacidad aguantará hasta los 1.200 ó 2.000 ciclos.
Por último, tampoco es aconsejable que ésta se someta a altas temperaturas. Esto se traduce en tener un poco de cuidado y no dejarla cerca de focos de calor o exponerla al sol.